La mal llamada "democracia" que sufrimos hoy en España me recuerda a lo que ocurrió en Babilonia y que viene reflejado en la Biblia (Daniel cap.XIV).
Tenían los babilonios un enorme ídolo insaciable llamado Bel, que se comía todo lo que le ponían y, a pesar de todo, el pueblo estaba tan contento y agradecido, llevándole cada día más presentes.
El profeta Daniel le comunicó al rey Ciro que aquello era una estafa. Para demostrarlo se pusieron las ofrendas y se selló el templo, pero Daniel tuvo la picardía de esparcir por el suelo ceniza. Al día siguiente se rompe el sello y, efectivamente, las ofrendas habían desaparecido, pero en el suelo quedaron las pisadas de los sacerdotes del templo que sacaban las viandas por una puerta secreta, como venían haciendo desde hacía muchos años, y se ponían las botas junto a sus familas.
Pues bien, a pesar de quedar demostrada la estafa continuada del insaciable ídolo Bel (esta falsa democracia) y de lo bien que vivían sus sacerdotes y familias (nuestros políticosy agregados), al profeta Daniel lo echaron al foso de los leones.
Creo que con todos sus documentados artículos ya ha puesto suficiente ceniza en el suelo y en todos ellos se ven las pisadas de los insaciables políticos y sus familias, aprovechándose de nuestra democracia, pero los babilonios de hoy (la tribu de la ceja) siguen tan contentos y no les sirve argumentación alguna, por más pobada que esté. Para terminar este comentario y para mantener el paralelismo sólo queda que, por descubrir la verdad, lo metan a usted en la jaula de los leones, como a Daniel. ¡Cuídese!.
Tenían los babilonios un enorme ídolo insaciable llamado Bel, que se comía todo lo que le ponían y, a pesar de todo, el pueblo estaba tan contento y agradecido, llevándole cada día más presentes.
El profeta Daniel le comunicó al rey Ciro que aquello era una estafa. Para demostrarlo se pusieron las ofrendas y se selló el templo, pero Daniel tuvo la picardía de esparcir por el suelo ceniza. Al día siguiente se rompe el sello y, efectivamente, las ofrendas habían desaparecido, pero en el suelo quedaron las pisadas de los sacerdotes del templo que sacaban las viandas por una puerta secreta, como venían haciendo desde hacía muchos años, y se ponían las botas junto a sus familas.
Pues bien, a pesar de quedar demostrada la estafa continuada del insaciable ídolo Bel (esta falsa democracia) y de lo bien que vivían sus sacerdotes y familias (nuestros políticosy agregados), al profeta Daniel lo echaron al foso de los leones.
Creo que con todos sus documentados artículos ya ha puesto suficiente ceniza en el suelo y en todos ellos se ven las pisadas de los insaciables políticos y sus familias, aprovechándose de nuestra democracia, pero los babilonios de hoy (la tribu de la ceja) siguen tan contentos y no les sirve argumentación alguna, por más pobada que esté. Para terminar este comentario y para mantener el paralelismo sólo queda que, por descubrir la verdad, lo metan a usted en la jaula de los leones, como a Daniel. ¡Cuídese!.
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