Los casos de despilfarro movilizan hacia el PP a los desencantados del bipartito gallego

JOSE LUIS JIMÉNEZ

SANTIAGO. El puñado de votos que decidirán las elecciones autonómicas gallegas del próximo 1 de marzo comienza a decantarse poco a poco. El último escándalo en la gestión de fondos públicos en el seno de la coalición PSOE-BNG que gobierna la Xunta está minando las expectativas electorales de los socialistas, que ven cómo los desencantados con la labor de Emilio Pérez Touriño abandonan la abstención y se aproximan hacia la alternativa del PP que representa Alberto Núñez Feijóo.

Así se desprende de los primeros avances demoscópicos que a finales de esta semana han ido llegando a la sede regional del Partido Popular, según aseguraron a este periódico fuentes de su dirección. Los resultados globales, que se conocerán la próxima semana, pronostican que Núñez Feijóo consolida el diputado 37 y va ganando enteros para alcanzar el 38 que le permitiría gobernar con mayoría absoluta, que su partido perdió en 2005 por apenas 7.000 votos.

Según las últimas encuestas publicadas, una cuarta parte de los electores aún no ha decidido su voto, un hecho que para los populares juega en su favor, ya que los estragos de la crisis económica -que afecta especialmente a Galicia en el sector de la automoción- y las últimas desavenencias internas del bipartito podrían decantar esos sufragios hacia el PP.

«Es un repunte de la gente decepcionada que iba a abstenerse», comentaron las citadas fuentes a este periódico, «y que ahora nos votará a nosotros». No obstante, más que los resultados directos, los populares destacan «la tendencia al alza de nuestro partido en los últimos meses, sobre todo entre indecisos y quienes no tenían pensado ir a votar».

Neutralizar el caso Carrera

Lo que no reflejarán estas ráfagas demoscópicas será el efecto que tenga el descarte de Luis Carrera como cabeza de lista por Orense, decisión adoptada por Feijóo el pasado viernes tras conocerse que su candidato había tenido en el pasado problemas con Hacienda.

La interpretación popular es que «la rápida actuación» del presidente del PPdeG puede servir para «neutralizar el mal efecto» que pudiera producir en el electorado el «caso Carrera». «Puede tener un efecto neutro», estiman, «o un muy pequeño beneficio, porque muestra a Feijóo como un líder capaz de tomar decisiones inmediatas, y contrasta con la opaca actuación de Touriño en los casos de despilfarro».

Ayer mismo insistía en esta línea el secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda, para quien lo acontecido con el candidato orensano «puede suceder en cualquier partido». «La pregunta es si todos actuarían de igual modo que ha hecho el PP», señaló a Efe en una entrevista, «los populares nos sentimos orgullosos por la actitud mostrada por nuestro presidente que tomó una decisión que estoy convencido de que la inmensa mayoría de los gallegos aplauden».

Los estrategas de campaña del PP están, sin embargo, relativamente satisfechos con las estimaciones de voto de las encuestas internas. En el mismo periodo previo a las elecciones de 2005, los sondeos pronosticaban una horquilla entre 32 y 35 diputados para Fraga, que acabó quedando a las puertas de la mayoría absoluta. Ahora, cuando se vaticinan 37-38, se ve más cerca la meta de regresar al gobierno en el PP gallego.

Semana decisiva

La oposición aguarda que el PSOE haga efectivas mañana, lunes, las promesas de transparencia realizadas durante la pasada semana por Touriño en respuesta a las informaciones publicadas por ABC sobre el gasto millonario en reformas en la sede oficial de la Xunta de Galicia.

Será entonces cuando se reúna la Diputación Permanente de la Cámara, con la petición del PP sobre la mesa para que el consejero de la Presidencia, José Luis Méndez Romeu -señalado por Touriño como el responsable de ordenar las obras-, comparezca y ofrezca los detalles que el presidente de la Xunta no ha querido dar desde que ABC reveló el escándalo hace ya siete días.

Hoy este periódico muestra los documentos del proyecto de las reformas, después de que Méndez Romeu y Touriño hayan negado a una voz la adquisición de mobiliario lujoso o suntuoso para estas remozadas dependencias en la planta sótano del Pazo de San Caetano.

Mobiliario de lujo

Sobre todos los desorbitados gastos, brillan con luz propia las sillas «modelo Oxford» de la exclusiva marca nórdica Fritz Hansen, tapizadas en piel y «de diseño clásico contemporáneo», con un precio unitario de 2.269 euros, casi cuatro veces el salario mínimo interprofesional, establecido en 600 euros.

Preside la Sala del Consejo una mesa elíptica de las mejores calidades, de 5,60 metros de diámetro, con conexiones de sonido, formada por dos tableros sobrepuestos, que ha costado a las arcas públicas 26.284 euros.

Otro de los elementos que más indignación ha originado en la opinión pública ha sido el ventanal de esta dependencia, que tendrá en su pared norte una cristalera que permitirá la entrada de luz natural y regalará a Touriño y sus consejeros vistas a un pequeño aunque coqueto jardín.

Según el proyecto, el amplio ventanal costará 170.212 euros -sin contar los 11.400 euros del cerramiento de carpintería- y la instalación y preparación del jardín, estanque y jardinería incluidos, sumarán a la factura 46.545 euros.

Para este ventanal «inteligente» la Xunta instalará un panel acristalado de la firma DreamGlass, un exclusivo producto que gracias a la acción de un polímero se oscurece cuando se activa la corriente eléctrica. Según informa en su web esta compañía, sus cristales permiten «en su estado opaco, proyectar imágenes en alta definición».

La exquisita decoración de la Sala del Consejo se completa con la solería. No se tratará de un pavimento cualquiera, sino de uno acristalado resistente a manchas y rayado que costará a las arcas públicas 406 euros el metro cuadrado. Para mayor belleza ornamental, se coloca sobre «tablero hidrófugo sobre bastidores perimetrales y trasversales de madera de pino, todo ello apoyado sobre una estructura de acero galvanizado elevado del suelo y anclado a éste», tal y como indica el proyecto de la Xunta que hoy reproducimos en estas páginas.

Por último, la red informática y de sonido para las dependencias de la Sala del Consejo engordará la factura en 1,1 millones de euros