domingo, 1 de marzo de 2009

La catalana inquisición, del blog de Ignasi Guardans

Guardans contra ‘la catalana inquisición’

Ignasi Guardans


La catalana inquisición








26/2/2009

Hay veces en que uno llega a entender muy bien cómo es posible que este país nuestro, hace poco más de 70 años, fue capaz de llegar a una guerra civil dentro de la otra guerra civil que tenía todo el Estado. Ya sé que eso puede sonar muy fuerte. Y aplicado al presente es, seguro, una exageración: lo admito ya desde ahora. Pero al leer o escuchar lo que algunos nacionalistas catalanes son capaces de decir o de escribir de otros conciudadanos con los que discrepan, yo no puedo sino recordar la historia de la Cataluña del siglo XX.

Ahora algunos han decidido que todo lo que no sea una adhesión personal e incondicional a su modelo de país es, de hecho, una traición a la patria. Es igual lo que uno haya hecho o escrito. Es igual los servicios que el uno o el otro hayan podido prestar. Nada cuenta ya: ¿no defiendes que Cataluña tenga que crear un nuevo Estado para mañana? ¿No consideras que una manifestación de unos centenares de catalanes en la otra punta de Europa ante unas oficinas cerradas sea lo más útil para el país? ¿No pones una estrella en tu bandera? Ohhh, eres un traidor. 

Para algunos, no sólo eres un traidor o un mal catalán: es que en realidad ya no eres ni catalán ("este hombre no sólo se ha equivocado de partido, sino que en realidad se ha equivocado de país", escribía hace poco uno de estos dictadores reprimidos). Qué lejos está todo eso de un legítimo debate de ideas o de un debate democrático sobre estrategias políticas. En lugar de eso, cada vez son más los que, envueltos con la bandera, sólo saben descalificar, no sólo a quienes legítimamente están a las antípodas de nuestros ideales, sino también en aquéllos que nunca hemos negado la realidad nacional catalana y el derecho al ejercicio de nuestros derechos colectivos. 

Es triste, todo. Como es muy triste ver un periódico como el AVUI -en aquello que afecta a la política- convertido en altavoz de una especie de versión catalana del patriotismo español de La Razón. Que curioso, ver cómo se parecen cada vez más los dos periódicos. El mismo sectarismo. La misma manipulación. El mismo rechazo a todo aquello que no se considera puro, con pronunciamientos que bien podrían ser una traducción catalana de un discurso de teniente de la Legión: el matiz o la prudencia es cobardía o tibieza nacional. Y eso no ya sólo en las opiniones publicadas (legítimas pero monocolors) sino en la propia información. Qué lástima.

Qué lástima porque mientras seguimos clavando cuchilladas a otros catalanistas sólo hacemos que debilitar lo que es común. La Santa Inquisición, queriendo purificar la Iglesia del enemigo interior, sólo sirvió para hacerle un daño que duró siglos.

Hay quien le da la razón como Víctor Alexandre que escribía

Thomas macaulay: Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas