El controvertido homenaje de las Juventudes de Esquerra (JERC) al ex miembro de Terra Lliure, Martí Marcó, fallecido por un disparo de la policía en 1979, se ha saldado sin incidentes y con una pobre asistencia:tan sólo unas 50 personas se congregaron en el espacio municipal Pati Llimona para participar en el acto. Una cita que ha contado con la presencia de Uriel Bertran, miembro de la corriente crítica de ERC.
El intento de PP y Ciutadans de impedir que se celebrase el homenaje articuló los discursos de los organizadores. El líder de las JERC, Gerard Coca, denunció "la constante opresión y persecución del nacionalismo español", que "sufrió Marcó" en 1979, pero que "aún continúa".
Con una pancarta de fondo ilustrada con la imagen de Marcó y el lema 'El mejor homenaje, la victoria', Coca defendió que el fallecido miembro de Terra Lliure "murió por un sueño" a manos "del centralismo y la intolerancia" e invitó al auditorio "a no rendirse ante la persecución, que es ahora más amable, pero que continúa".
Luego tomó la palabra Gerard Gómez, otro dirigente de las JERC, para denunciar "el fascismo que todavía lidera el Estado español" y arremeter contra el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, y contra el portavoz de Ciutadans, Jordi Cañas, a quienes acusó de "tener miedo a la democracia" por intentar impedir la celebración del homenaje.
Gómez también se lamentó de la "detención de ocho abertzales"ocurrida el pasado día 23 en el País Vasco por un presento intento de resucitar Batasuna. El joven republicano calificó la detención de "ataque a las libertades".
Ha cerrado el acto un antiguo militante de Terra Lliure, Frederic Bentanachs, quien ha dicho sentirse "triste" ante "el fascismo español que intenta coartar nuestra libertad". Bentanachs ha concluido con la lectura de un poema que escribió durante su estancia en prisión. Después los participantes se han levantado para cantar 'Els Segadors'.