domingo, 25 de enero de 2009

Obama, íntimo y oficial


Primeras imágenes de Obama como Presidente de EE.UU.


Barack ajustándose la pajarita o cediéndole la chaqueta a su mujer. Practicando el juramento o leyendo la carta que le dejó Bush en el despacho oval. Las primeras imágenes de Obama en la presidencia muestran un líder cercano pero, en el caso de la prensa, parece que han servido de distanciamiento: con ellas se ha impedido que los medios de comunicación tomen sus propias instantáneas.

Una de sus primeras promesas fue liderar con transparencia. Sin embargo, la prensa y el nuevo presidente de EEUU ya han sufrido sus primeras tensiones. Los medios de comunicación, que paradójicamente han sido acusados durante la campaña electoral de ser demasiado pro Obama, han tenido un difícil comienzo con la nueva administración. Al menos eso se desprende de lo que se puede leer en diarios, revistas e internet, y de lo que comentan los periodistas en los pasillos.

Titulares como 'The Press vs. Obama' ('La prensa contra Obama') o 'Press Relations Already Tense' ('Las relaciones con la prensa ya están tensas') encabezan estos días los comentarios periodísticos sobre su primera experiencia con el nuevo Gobierno, del que esperaban más apertura y transparencia.

Un primer día poco 'transparente'

Todo comenzó el primer día de trabajo del presidente en el Despacho Oval. En lugar de invitar a los fotógrafos para que sacaran imágenes de ese momento como manda la tradición, la Casa Blanca prefirió dejar en manos de sus propios profesionales la tarea.

No podían prever que los medios se iban a molestar tanto como para que las agencias Associated Press (AP), Reuters y Agence France Presse (AFP) se negaran a difundir las fotografías.

Cuando Obama repitió su juramento ese mismo día, de nuevo solamente el fotógrafo oficial de la Casa Blanca dio cuenta del momento.

El malestar se trasladó a la sala de prensa, donde el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, tuvo que responder a preguntas incómodas de periodistas veteranos que mostraron el enfado que sentían.

"¿Cómo puede ser esto transparencia si controláis la única imagen de la segunda jura? No hubo nadie allí dentro. Sólo cuatro periodistas de medios escritos, pero ninguna televisión o radio para distribuir las imágenes o el sonido", se quejó el periodista veterano Bill Plante, de la cadena CBS.

Las cosas no mejoraron cuando por la tarde el propio presidente visitó la sala de prensa y los periodistas le preguntaron por el próximo subsecretario de Defensa, que trabaja como cabildero para una empresa contratista del Pentágono.

"No puedo venir aquí y saludaros si me freís siempre con preguntas", señaló Obama, quien firmó en su primer día de trabajo una orden ejecutiva que establece rígidos límites a los cabilderos, aquellos que representan los intereses de grupos de presión o de empresas ante las entidades políticas.

La segunda rueda de prensa

La segunda rueda de prensa, el viernes, no marchó mejor que la primera para Gibbs, ni tampoco para los periodistas.

El secretario de Prensa fue preguntado por el ataque aéreo con misiles lanzado aparentemente por EEUU en Pakistán, pero Gibbs, para sorpresa de todos, dijo: "no voy a comentar estas cosas".

El periodista que le hizo la pregunta le replicó: "¿Qué quieres decir con esto Robert, que no vas a hablar nunca de una operación efectuada por el Ejército de EEUU, es eso lo que estás diciendo?".

Otro incidente ocurrió el viernes cuando la prensa que cubre el Departamento de Estado se quejó de la imposición de ciertas restricciones a sus movimientos, que consideraron más duras incluso que las que tienen sus colegas en el Pentágono.

El "idilio" que suele tener la prensa con un nuevo Gobierno durante los primeros días, semanas o incluso meses, es visto como normal aquí en EEUU, según comentan los propios periodistas en sus blogs. También suele ser normal que se termine este periodo.

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