domingo, 29 de noviembre de 2009

Interviú: Entrevista a Rosa Díez, Presidenta de Unión, Progreso y Democracia (UPyD)


UPyD tiene representación en Madrid, en Vitoria y en Bruselas.

¿Cuál es el siguiente objetivo?

Las elecciones catalanas y, después, las municipales y autonómicas. Queremos ser claves en la política española, y para eso tenemos que conseguir ampliar nuestra presencia institucional a base de ampliar la confianza de los ciudadanos en nosotros. Es un milagro, laico, pero milagro: en España, con el bipartidismo feroz que hay, un partido nuevo, sin recursos económicos ni mediáticos, tres escaños en tres elecciones. Esto significa que hemos acertado, que la gente nos necesita.

¿Cómo es la UPyD que sale de este congreso?
Igual que la que entró. Si quiere, más fuerte: hemos reflexionado colectivamente más, y desarrollado unas ponencias que son consecuencia de 3.700 enmiendas de afiliados del partido. Somos más fuertes, nos vamos consolidando, nos han nacido ya los dientes después del biberón.

¿Y ahora sabremos si UPyD es de derechas o de izquierdas?
A veces un medio nos califica de extrema izquierda porque, por ejemplo, somos un partido laico… Otro periódico dice que somos de derechas porque defendemos la unidad de la nación española o la reforma de la Constitución para igualar los techos competenciales. Somos un partido nacional, progresista y laico. No queremos que nos pongan etiquetas que ya no valen en el siglo XXI. Defender que la educación vuelva a ser competencia del Estado ¿es de derechas o de izquierdas? Defender que el Constitucional se elija de otra manera ¿es de derechas o de izquierdas? Somos un partido transversal, y no porque seamos el centro: el centro es la nada.

Antes del congreso, con sus peleas, daban la impresión de ser pocos y mal avenidos. ¿Qué harán para ser muchos y llevarse mejor?
Yo no creo que éste sea un partido de gente mal avenida. Una pelea requiere que dos se peleen. No ha habido pelea, ha habido gente que insulta sin ninguna prueba, porque su demanda por arbitrariedad ha sido desestimada en los tribunales. No ha habido pelea, sino descalificaciones personales, nunca políticas, adjetivos, ni un solo argumento y muchos insultos.

El mensaje de UPyD tiene más que ver con la vertebración de España que con otros asuntos. ¿Qué cree que le preocupa más al votante que hoy lee esta entrevista: el paro, su crisis económica personal o la vertebración de España?
Es que la vertebración de España está completamente relacionada con la crisis, con la economía y con el paro. Si se rompe el mercado interior, como está sucediendo por la desvertebración y la competencia entre autonomías, eso afecta a nuestro empleo. Si usted no puede ir a trabajar a Cataluña, aunque tenga la mejor formación, eso afecta al empleo y a la economía del país. Si la educación, que es el instrumento más igualitario y más cohesionador que tiene España, es de baja calidad y no da posibilidades a nuestros jóvenes, eso afecta a la vertebración, pero también a nuestra economía.

Diccionario político de Rosa Díez: ¿qué significa ‘españolismo’?
No sé. Yo soy española, no soy españolista.

Nacionalismo español.
No conozco el nacionalismo español. No conozco a nadie que se reivindique nacionalista español.

Federalismo.
Es una forma de organizar el país cooperativa y corresponsablemente.

Estado de las autonomías.
Es un federalismo asimétrico que lleva camino de ser una confederación con algunas autonomías. El Estado de las autonomías ha perdido su parte más importante, que es la corresponsabilidad.

¿El Estatuto de Cataluña le parece constitucional?
Un estatuto que plantea una relación bilateral entre una comunidad autónoma y el gobierno de la nación no es constitucional. Propone un modelo confederal que no cabe en la Constitución. La Constitución se puede cambiar si así lo decidimos, y ser un país federal, confederal, simétrico, asimétrico… Lo que no se puede es cambiar la Constitución por la puerta de atrás, que es lo que se está haciendo en este país con los estatutos, empezando por el de Cataluña, pero los demás van detrás en la misma dirección, con más complejos al expresarlo, pero en la misma dirección: la fórmula Camps, la fórmula tal… Aquí ha habido un partido y un gobierno que han querido cambiar la Constitución por la puerta de atrás estableciendo un modelo de relación bilateral entre España y una parte de España, y ha habido otro partido, que es el PP, que no ha tenido cuajo para oponerse en serio: se ha opuesto en Cataluña, pero ha seguido la misma senda disimuladamente en el resto.

Un centenar de ayuntamientos en Cataluña colaboran de alguna manera con unos referendos independentistas…
Es un proceso de irresponsabilidad colectiva de las entidades públicas. Ahí hay unas entidades públicas, pagadas con el dinero de los ciudadanos, que, en vez de resolver los problemas a los ciudadanos, les plantean a los ciudadanos problemas nuevos.

Y va el Parlamento vasco e invita a la Vuelta y a la Selección. ¿Está Euskadi para ir y contarlo?
Ha sido a propuesta de UPyD, por cierto. Lo normal es que la selección también pueda jugar en Euskadi, y que la Vuelta pase por allí. Lo anormal es que no pase eso. Si en Euskadi a nadie le gustara el fútbol y no hubiera afición por el ciclismo… ¡Pero es todo lo contrario! Hay que hacer normal lo que es normal.

Confiese: le hubiese gustado más ser consejera ahora, en este Gobierno vasco, que cuando lo fue, en una coalición PNV-PSE.
Aquello estuvo bien. Fue otro tiempo. Hoy alguna gente critica con frivolidad lo que fue aquello. Aquellos gobiernos de coalición, al menos los dos primeros, tuvieron un objetivo, un objetivo de Estado: constitucionalizar al nacionalismo vasco, hacer que respetara las instituciones que salían del Estatuto vasco y de la Constitución. Eso era muy necesario. Arzalluz pasó de manifestarse en la calle cada vez que Francia nos concedía la extradición de un terrorista a sentarse con el ministro del Interior y pactar la política de dispersión de presos.

¿Cree usted que España se hunde en un fangal de corrupción, o es de los que piensan que esto es normal y es sano que salga?
No es normal ni es sano. Tiene que salir, pero ni es normal ni es sano. No nos hundimos en un fangal, pero hay muchísima corrupción. Y es verdad que hoy la conocemos y quizá hace unos años no la conocíamos. Ésa es la parte positiva. Pero que te detecten un cáncer no es muy positivo. Es bueno que te lo detecten y te lo curen, pero es mucho mejor no tenerlo. Y para eso hay que hacer profilaxis.

¿La extensión de la corrupción en los grandes partidos favorece a un partido como el suyo?

La corrupción nos perjudica a todos. A los ciudadanos les quita la confianza en las instituciones políticas, y eso daña a la democracia. Además, en UPyD no queremos que nos voten por descarte, queremos que nos elijan.