domingo, 8 de febrero de 2009

Prepararse para un nuevo ciclo económico

Ante los tiempos de crisis, hemos de ser proactivos y tomar medidas que nos ayuden a superarlas de la mejor manera posible. Las organizaciones deben identificar nuevas oportunidades en la crisis y arriesgarse a aprovecharlas.

 

Este nuevo ciclo económico ofrece a las empresas la oportunidad de poner a prueba la consistencia de sus planteamientos estratégicos para afrontar la nueva realidad empresarial y coyuntura económica, con todas las amenazas que representan en cuanto a globalización, competidores emergentes, agresividad en costes, descenso en la demanda, etc. Esta nueva realidad supone para nuestras organizaciones, oportunidades en cuanto a nuevos mercados, nuevas fuentes y recursos, información y conocimiento, etc.

 

Es el momento de apostar por la innovación como palanca de crecimiento rentable y sostenible en el tiempo. La innovación es toda transformación de una idea, una mejora, un producto o una técnica en un valor para el cliente, que da como resultado un beneficio sostenible para la empresa.

 

La innovación es un proceso que se debe plantear para el medio y largo plazo, pero en una situación difícil como la actual, se necesitan acciones inmediatas como: asumir riesgos, ser tolerantes con el error, retener el talento y a los emprendedores, compensar el compromiso, potenciar el desarrollo de equipos, etc.


El primer paso que tiene que dar la alta dirección es tener el deseo de ser innovador, lo que está al alcance de todos. Hay que darse cuenta de que la innovación depende de personas, es bueno empezar “dando pequeños pasos y no grandes saltos”. El objetivo es el de transformar ideas para que generen valor en una empresa.

 

Es importante transmitir a la organización la necesidad del cambio para adaptarse a los tiempos difíciles y potenciar la transmisión de ideas generadas por todos los empleados, que puedan colaborar a ayudar a superar la situación. Es cierto que no podemos apoyar todas las iniciativas que surgen. Lógicamente eso depende tanto del nivel de apertura a la proposición de ideas que tengan nuestros equipos, como de su nivel de competencias. Ahora bien, esa apertura depende, sobretodo, de nuestra capacidad de inspirarles, impulsar su imaginación y crear las condiciones óptimas, desde nuestros estilos de dirección, para que desarrollen todo su potencial y obtener lo mejor que hay en ellos.  En definitiva, de que activemos su capacidad para crear.

 

Se trata de retener a aquellos que tengan más espíritu emprendedor y coraje para aportar su actitud creativa fomentada desde la dirección. Esto es algo que se puede hacer de forma inmediata, que sienta las bases para un mejor futuro, y que nos ayudará a controlar costes y a reducir los tiempos de ciclo para poner en el mercado nuevas soluciones más rápidamente.

 

¿Cuáles son los objetivos que las empresas buscan en materia de innovación? Dos fundamentalmente; mejorar la forma de colmar las expectativas de los clientes y construir una empresa innovadora y una marca de prestigio. Es algo comprobado que las empresas que sistemáticamente miden sus resultados en innovación generan mayores ventas con sus nuevos productos.

 

La estrategia de la innovación debe enfocarse hacia el valor añadido, hacia aquello que puede aportar tanto al negocio como al cliente. La innovación es la clave para conseguir mayor empleo, crecimiento y riqueza.

 

La falta de recursos internos es con mucho la principal barrera a la innovación. Otras posibles barreras son la falta de la necesaria inteligencia de mercado, la inadecuada definición de la estrategia de innovación, la hostilidad hacia la innovación en la cultura corporativa y la falta de criterios para medir las iniciativas de las innovaciones. Una adecuada gestión puede, sin embargo, ayudar a minimizar las dificultades.

 

De las muchas recomendaciones que ofrece el Marco de Referencia de Innovación, desarrollado conjuntamente por el Club Excelencia en Gestión, la Fundación COTEC y un relevante colectivo de organizaciones socias, podemos destacar que el éxito de una organización innovadora radica fundamentalmente en el desarrollo de una Cultura de Innovación, que se extiende por toda la organización y trasciende su hábitat natural, que normalmente (y en no pocos casos casi exclusivamente), está circunscrito a los departamentos o áreas de I+D.

 

En definitiva, crear valor a través de la innovación significa definir estrategias enfocadas al valor añadido mediante la determinación de los factores clave para alcanzar el éxito, una estricta gestión de proyectos, un seguimiento y control de todos los procesos con objeto de racionalizar las estructuras y procesos de la innovación y el uso más eficiente de los recursos. 

 

Eduardo Rodríguez, vicepresidente del Club Excelencia en Gestión y director de Calidad y Logística de 3M España

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