El presidente del Gobierno, que por fin hablará esta semana del paro en el Congreso, ha hecho este domingo una encendida defensa de su criticado Plan E con alusiones a los medios de comunicación. Este domingo, ABC cuenta que muchos pueblos utilizarán el dinero para renovar cementerios
(Libertad Digital) En una reunión con alcaldes socialistas, y en vísperas de su tardía comparecencia en el Congreso para hablar de la crisis –sí acudió, en cambio, a Tengo una pregunta para usted–, José Luis Rodríguez Zapatero ha definido su plan E como un "hito" que marcará un "antes y un después".
Zapatero le ha augurado un "gran éxito", pese a que muchos ya han señalado que sólo servirá para crear empleos temporales y buena parte del dinero se quedará en el camino. Para el presidente, sin embargo, su publicitado plan de inversión local recoge su "concepción de democracia". "Un hombre solo no puede vencer grandes dificultades, hay que contar con toda la ciudadanía, con todos los ayuntamientos", ha proclamado.
El presidente ha querido también contestar a las numerosas críticas que le han costado algunos de los extravagantes proyectos presentados por los consistorios. Zapatero ha optado por arremeter contra los medios: "Hay que reconocerles a algunos el mérito en leer toda la lista".
"Me ha sorprendido que critiquen en medios de la derecha" y "en alguna emisora", en clara alusión a la Cope, "que haya proyectos para hacer cementerios como si no fuera necesario". "Este es un gran proyecto, para crear empleo y mejorar la vida de mucha gente", ha continuado el presidente, que aludía así a una información de ABC de este domingo, que cuenta que muchos municipios aprovecharán el dinero para renovar nichos y sepulturas. Uno de ellos, el de Pedreguer, construirá, incluso, un "espacio de meditación".
Zapatero ha insistido en hablar de "crisis global" para referirse al cada vez más precario estado de la economía española. Para volver a crecer, ha dicho, hace falta "trabajo, solidaridad y principios éticos en la economía", que son, según él, el "santo y seña del puño y la rosa".
"Ninguna familia" en la "cuneta"
"El Gobierno de España, de todos los españoles, es hoy, ante todo, el Gobierno de las personas que pierden su empleo, de las familias con más dificultades", ha enfatizado el presidente antes de garantizar que va a poner todos los medios y todos los recursos para luchar contra el paro y para proteger a los afectados por el desempleo.
En tono solemne, ha expresado un compromiso: "Os puedo asegurar que el Gobierno no dejará a ninguna familia tirada en la cuneta, seguirá aumentando la protección social y favoreciendo las oportunidades ante el desempleo". En esa línea, ha asegurado que el Ejecutivo continuará el trabajo "codo con codo" con empresarios y sindicatos para favorecer el empleo, adoptará nuevas iniciativas con ese objetivo y dará protección social a las familias con más necesidades.
Cuantifica a los afectados por el paro
El jefe del Ejecutivo ha recalcado que la crisis no puede servir y no va a servir, "como a algunos les gustaría" -ha precisado-, para deteriorar las condiciones del trabajo y los derechos de los trabajadores, ni tampoco para facilitar el despido. Por eso, ha instado a contar con los sindicatos para garantizar el trabajo digno, de la misma forma que ha dicho que el Gobierno va a contar con ellos y con los empresarios en la lucha contra el paro porque no la puede acometer a solas.
Tras explicar que un veinte por ciento de la población puede verse afectada por el desempleo, ya que pueden sufrirlo directamente o padecerlo algunos familiares, ha explicado que, precisamente por ello, este problema es el principal al que hay que hacer frente.
Ha recalcado que esta crisis no la han generado los trabajadores, sino quienes "no tienen escrúpulos y los que piensan en la avaricia", pero ha subrayado que sí van a ser los ciudadanos los que harán que se salga de ella. En su discurso, ni asomo de autocrítica a la gestión de su gabinete.
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