Más allá de repetir sus declaraciones de estos días, en las que defendía la «transparencia» de su Ejecutivo y la «austeridad» en el gasto, el presidente de la Xunta no ha aclarado si conocía la realización de las reformas en tres salas de reuniones del Palacio de San Caetano, ni su coste, ni si paralizará la adquisición de mobiliario de lujo: sillas «modelo Oxford» a 2.269 euros la unidad, pavimento acristalado de 406 euros el metro cuadrado o un ventanal «inteligente» que se hace opaco con un mando a distancia por 170.212 euros.
Del mismo modo, el mandatario socialista ha evitado respaldar a su consejero de Trabajo y vicesecretario general del PSdeG, Ricardo Varela, quien esta semana acusó a ABC de emprender una campaña de informaciones «tendenciosas» contra el presidente gallego.
Cuenta José Luis Jiménez en ABC que, hasta en tres ocasiones ha espetado sonriente un «siguiente pregunta» a las cuestiones planteadas por los medios de comunicación durante la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno de la Xunta, y ha atribuido estas informaciones al actual periodo pre-electoral, si bien estimó que este nuevo escándalo de despilfarro en la gestión de los fondos públicos no pasará factura a su partido.
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