Está «convencido» de que al final el líder socialista se presentará por tercera vez
Algo ha cambiado en el PSOE por la crisis que, semana a semana, da a conocer datos ciertamente pavorosos para desasosiego de los ciudadanos. En concreto, fuentes socialistas estiman que debido al complicado trance económico que vive el país Rodríguez Zapatero pudiera haber decidido presentarse por tercera vez a las elecciones generales (sería se segunda reelección). Otras fuentes insisten en que quizás se esté tejiendo sobre él una maniobra de presión para que le sea imposible decir no. Pero sea por una razón o por otra, sólo así se explica el cambio de discurso, en las últimas semanas, respecto a la opción del intento de un tercer mandato por parte de Zapatero.
Lunes 19 de enero. El presidente del Gobierno desvela en una entrevista radiofónica que ya tiene «una idea» sobre su futuro, si bien «por respeto al partido y a su familia» aún no iba a desvelarla. Al día siguiente, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, en lugar de eludir el asunto, entra de lleno e, inusualmente si se tiene en cuenta que no es militante, afirma: «Espero que repita porque es el mejor de los líderes del PSOE».
Aunque de manera sigilosa, esa «idea» anunciada por Zapatero llegó caliente a esta última semana. Recabada la opinión del vicesecretario general, José Blanco, éste declara a ABC: «Yo no contemplo otro escenario que Zapatero sea candidato» en 2012. Algo o alguien lleva a Blanco a estar «convencido» de lo que dice. Según fuentes socialistas, la negativa evolución de la economía —los mejores augurios pronostican que la salida de la crisis no se notará en el bolsillo antes de 2011— habrían llevado al presidente a aplazar su sucesión para mejores tiempos.
Una idea que encaja con su ofensiva personal de las últimas semanas en todos los frentes. Ha protagonizado la negociación de la financiación autonómica, arrinconando al vicepresidente Pedro Solbes, y también los encuentros con los banqueros (mañana se vuelve a ver con ellos en La Moncloa). Prácticamente no hay semana en la que no comparezca en rueda de prensa y el pasado lunes protagonizó el programa «Tengo una pregunta para usted», en contra de la opinión de alguno de sus colaboradores, preocupados porque se exponía al malestar ciudadano, como dejó en evidencia la emisión. Eso sí, ha dado la espalda al Congreso. Las mencionadas fuentes aseguran que parece «demasiada energía para alguien que, supuestamente, debería empezará a dejar el poder en uno o dos años».
Cumplir los plazos
Lo que no va a hacer el PSOE es saltarse los plazos de nominación, según los medios consultados. No quiere que el debate sobre la candidatura de Zapatero contamine la legislatura. En principio, se desvelará oficialmente la decisión que adopte después de las elecciones autonómicas y municipales de 2011, coinciden las fuentes.
A pesar de las palabras de De la Vega y Blanco, un colaborador de Zapatero no cree que la decisión sea definitiva. «Cuando dijo lo de la “idea” —señala— probablemente lo hizo para salir del paso sin dar sensación de que no quería contestar». Recuerda esta fuente cómo «desde los primeros días de esta legislatura» se le pregunta recurrentemente a sabiendas de que no va a haber noticia. Otros consultados en la organización territorial del PSOE piensan en esa misma línea: creen que Zapatero se refería más «al calendario».
Lo cierto es que durante la campaña electoral de 2004, el hoy jefe del Ejecutivo confesó en público que le gustaba la idea de estar sólo ocho años en el poder. Algo que aún mantenía en los primeros meses de mandato, como pudieron comprobar los periodistas que le acompañaron en el vuelo de vuelta de la Asamblea General de la OTAN en Estambul, julio de 2004. Entonces, dejó claro las dos cosas que más valora de su antecesor, José María Aznar: haber agotado las legislaturas y autolimitar su estancia en La Moncloa. Fue la última vez que coqueteó en público con la idea marcharse en 2012. Luego, sus declaraciones han sido para asegurar que ha aprendido de Aznar. Es decir, del posible error de haber abierto el melón antes de tiempo, sumiendo así al PP en una interinidad desde 2000 a 2004.
¿Sucesora o sucesoras?
¿Y si finalmente el líder socialista se fuera? En ese caso, candidatos, sobre todo candidatas, no le van a faltar para sustituirle. Encabeza todas las «quinielas» la ministra de Defensa, Carme Chacón, aunque no es el único nombre de mujer. En los ambientes políticos madrileños, donde todo el mundo da por seguro que Zapatero tendrá sucesora y no sucesor, la cuidada imagen de Chacón en un Ministerio «de Estado» no pasa desapercibida para nadie.
Sin embargo, una de las fuentes del entorno presidencial señala que «si antes era muy difícil imponer un candidato a dedo en este partido, después de Zapatero es imposible». Carme Chacón ha recibido en público elogios de todos los que son algo, pero en privado muchos sigue siendo identificada interiormente como dirigente del PSC, el socio catalán no siempre bien avenido con el resto del PSOE. Su nombre suena en todas las «quinielas» para una vicepresidencia en el futuro gobierno.
Junto a la ministra de Defensa también se cita en algunos círculos el nombre de la secretaria de Organización, Leire Pajín, a quien Zapatero entregó buena parte del poder orgánico el pasado julio, en el 37 Congreso federal.
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