La Reial Societat Arqueològica Tarraconense (RSAT) presenta hoy ante el Registro del Ayuntamiento una alegación contra el Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM), que contempla la posibilidad de construir un centenar de viviendas sobre las termas públicas romanas localizadas en 1994 en la calle Sant Miquel. El conjunto termal está separado sólo unos metros del Teatro romano, por un una franja de terreno ocupado en la actualidad por naves industriales.
El presidente de la Arqueològica, Rafael Gabriel, manifestó que «es inconcebible que se pueda edificar en unas termas que constituyen un monumento de primer orden». El yacimiento de Sant Miquel «fue incluido en el expediente que el Ayuntamiento envió a Icomos para conseguir la declaración del conjunto de Tarraco como Patrimonio de la Humanidad».
Gabriel recordó que «Cultura de la Generalitat incoó un expediente –sobre el área de influencia de las termas– en concepto de zona arqueológica» y que «en 1979 muchos solares y fincas del entorno ya fueron declaradas de utilidad pública».
‘Queremos musealizarlas’
El teniente de alcalde de Territori, Xavier Tarrés, declaró al Diari que la zona está catalogada como Pla de Millora Urbana, lo que implica que, si hay restos romanos, no se puede llevar a cabo el proceso edificativo». «Si se trata de una mejora urbanística, significa que la intención es que las naves industriales abandonen el lugar donde se encuentran –entre las Termas y el Teatro–».
Tarrés recalcó que «la voluntad del Gobierno municipal es musealizar las termas para que sean visitables, pero es posible que se haga construyendo encima». «Antes de tomar una decisión con relación a la posibilidad de edificar encima de las termas, creando un espacio visitable, debemos ver la identidad de los restos», subrayó
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