Vivimos en un país donde todo el mundo tiene derechos, a veces, a costa de todo el mundo y no precisamente de los mismos
Vivimos una situación de crisis y seguimos pagando, derrochando por culpa del incivismo de algunas personas que no respetan la ley, ni las decisiones judiciales, que no respetan la democracia, pese a ser en su nombre en el que actuan, que no respetan la mayoría, mientras piden respeto para su minoría
Encuentro perfecto y ejemplar a veces que un pueblo o colectivo pueda manifestarse por causa justificada y siempre dentro de la legalidad para reclamar sus derechos, ideas, libertades..., pero nunca podré estar de acuerdo con las personas que para hacer saber sus reivindicaciones a de coartar los derechos de los demás, a de dañar los bienes de los demás, y en muchos casos ha de atentar contra la integridad física de los demás
Deberíamos conseguir una ley, que hiciera responsables de los daños producidos a bienes públicos o privados, a las personas, colectivos u organizaciones, encargadas de convocar cualquier tipo de acto en grupo más o menos multitudinario, que cuando se quema un camión o bien denuncien al ejecutor del acto o bien el convocante como responsable del acto indemnice al propietario, que cuando se lanzan cocteles molotov y se queman contenedores, cajeros automáticos, papeleras, se destrozan bancos, cabinas telefónicas o cualquier otro tipo de mobiliario urbano público o privado paguen, que dejen de una vez por todas de cobrarnos al resto sus amarguras, sus creencias acertadas o no, sus insatisfacciones, la lucha por sus derechos
Si alguien es responsable de la falta de un derecho o libertad es él quien ha de pagar o padecer los efectos de una manifestación o huelga, nunca debiéramos ser los demás los afectados por ello
Voltaire: La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.
Parece que no sólo las habas se cuecen en todos lados, sino que además, la situación se ha globalizado, mal que le pese a Naomí Klein, y se ha expandido de tal manera, que si le quitas el título encaja en todos sus detalles con lo que pasa por acá.
ResponderEliminarBesos
Totalmente de acuerdo con la idea de hacer pagar los gastos, a aquellas personas o entidades que producen los daños, en el caso que estos sean producidos por menores de edad, que sean sus padres los que asuman los costes,, será bueno hasta como medida educativa, sabrán estos a que se dedican sus cachorros.
ResponderEliminarBuenas tardes y gracias por incluir mi bitácora entre tus favoritos. La tuua me gusta y, desde luego, tengo bastantes puntos de acuerdo con ella, aunque por naturaleza trate de ser desconfiado hacia la clase política en general...
ResponderEliminarSobre esta entrada (más que acertada en su planteamiento)simplemente recorderé, en tono de jocosa indignación, lo que soltó un concejal de la HB de entonces en el ayutamiento de Donosti. Corría el año 1993 y, tras la quema (una de tantas) de un autobús municipal en el Bulevar de la capital guipuzcoana, el susodicho declaró: "No sé por qué se insiste tanto en lo que cuestan los autobuses. Al fin y al cabo, esto lo paga el seguro".
Verídico, amigos: "Esto lo paga el seguro".
Un abrazo.