El ex novio de Marta del Castillo confiesa a la policía que la mató
Una familia más rota por el dolor.
Algo falla en la sociedad para que la vida de las personas tenga un valor tan bajo, sobre todo la de las que pierden la vida claro, parece que la vida de las personas que se dedican al crimen tiene más valor y por ello hemos de preocuparnos de su reinserción, de su buen estado de salud física y mental, de protegerlos del resto del pueblo que tal vez pudiera tomarse la justicia por su mano. Pero clama al cielo, creo que no serían pocos los que en casos como este se tomaran la justicia por su mano y no se sintieran culpables de crimen alguno.
Pero, dejemos actuar a la justicia, dejemos la investigación en manos de las fuerzas del orden, de los expertos y esperemos que en este caso no ocurran connivencias entre las diferentes partes encargadas de hacer justicia como ha ocurrido otras veces, que no haya demoras, defecto de forma, violación de los ¿derechos? de los criminales, cacerías, ni tolerancia con los acusados, no sea que como otras muchas veces sea menor la pena que la debida, que en cualquier caso, siempre será menor que la que han de pasar los padres, familiares, amigos y todos aquellos que se han preocupado por Marta mientras ha estado desaparecida y que ahora clamamos justicia
Bob Marley: Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas.
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