Dios creó el mundo en siete días y ZP lo hundió en media hora

Zapatero desafía al pesimismo y pide en Davos fe en "un país serio"

A este paso, pasaremos de la champions league de la economía, a ser los últimos de la liga regional de voleiplaya de Groenlandia, caso de que la hubiera.
ZP sigue siendo el único capaz de creerse un superhombre y como no, sus palabras, tanto en la UE como en Davos dan poco crédito a todo aquello que propone y es normal visto su currículum, la forma en que ya llevado España camino de una de las peores crisis de los últimos tiempos, alcanzando cotas de paro que casi estaban olvidadas. Claro que todos los países están o han estado en crisis, pero no todos esperaron al último momento para poner los medios necesarios para intentar paliarla, y no será que no tuviera la menor idea del camino por el que nos estabamos moviendo (El FMI advierte de que España es uno de los países más expuestos a la crisis. Las Provincias - esto es del 2007)
Ahora parece que una de las posibles soluciones sea alargar la vida activa hasta los 67 años (La edad legal de la jubilación se retrasará hasta los 67 años), no soy matemático, pero me da en la nariz que alargar la vida laboral, es mantener más tiempo aún ocupados por las mismas personas los puestos de trabajo disponibles, o lo que es lo mismo, hacer la rotación laboral entre generaciones más dilatada, no creo que sea la mejor forma de crear empleo para salir de la crisis, más bien al contrario, esta quizá pasaría por reducir la vida laboral activa, reducir la jornada laboral y hacer un reparto del empleo más equitativo, claro que para ello tal vez deberíamos plantear una reeducación social para ser conscientes que más no quiere decir mejor y que como todos sabemos "el tiempo es oro", ¿no sería mejor atesorar tiempo y disfrutar de él junto a nuestros seres queridos, que atesorar papel moneda y/o cualquier tipo de bien material que generalmente solo nos hace sentir bien cuando nos comparamos con quien tiene menos?
Puede que estemos llegando al punto de plantear no solo la lucha contra el cambio climático, si no también contra el consumismo feroz e indiscriminado con el único fin de llenar de billetes los bolsillos de los mismos de siempre.