Ayer a las doce de la noche comenzó la campaña electoral de las elecciones autonómicas y locales que se celebrarán el próximo veintidós de mayo. En Madrid, se congregaron en la Plaza de las Comendadoras Rosa Díez, Toni Cantó, el candidato a la Comunidad de Madrid, Luis de Velasco, y al Ayuntamiento, David Ortega. El magenta se coló por todos los rincones de una plaza tan castiza como acogedora. Y como en Madrid, en cada autonomía de España, y municipios donde UPyD presenta con ilusión su campaña electoral como Tarragona y Salou.
Pero una noticia de última hora nubló la que prometía ser una noche feliz. La decisión del Tribunal Constitucional de permitir a Bildu concurrir a las elecciones hizo que Rosa Díez volviera a coger el micrófono y calificara el fallo de “drama”, anunciando a su vez que UPyD retira “de inmediato” el apoyo “político” al lehendakari Patxi López, quien considera que ha actuado en todo momento como “abogado defensor” de la coalición. También acusó directamente al PSOE de la decisión, ya que cuenta con mayoría en el Tribunal Constitucional, más politizado que nunca, exigiendo de nuevo una reforma de la justicia para lograr que sea verdaderamente independiente.
La presencia de Bildu en las elecciones es un hecho muy grave desde el punto de vista ético, moral y democrático, y con consecuencias aún peores, ya que significa que la coalición –considerada "parte de la estrategia de ETA” por el Tribunal Supremo-, tendrá acceso al censo del País Vasco y el domicilio de todos sus ciudadanos, incluidos los amenazados por la organización terrorista.
I’ll n’y as pas d’amours hereux
Hace 5 días
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