He de reconocer que aunque me considero creyente, no soy fiel seguidor de Benedicto XVI, lo siento pero no acaba de convencerme, más me recuerda a un ganador de operación triunfo celebrando la consecución de su premio que ha alguien que debería luchar por el bienestar del mundo no solo católico.
Es normal que la Iglesia se oponga al uso de métodos anticonceptivos si hemos de atenernos a lo que dicen los libros que hasta nosotros han hecho llegar referentes a la religión que representa el Papa, pero es innegable que el preservativo le guste o no, es una buena arma de defensa contra el SIDA y no solo contra este, si no contra la mayoría de enfermedades de transmisión sexual y una buena prevención contra el embarazo, con lo que se evitarían también algún que otro aborto.
Por tanto no puedo más que decir en este caso al Papa que mejor es repartir preservativos que horas de consulta en clínicas abortivas
Agatha Christie: Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único.
La iglesia siempre ha condenado el uso del preservativo porque evita la aparición de que nazca un niño en el acto de procrear,entonces hay otras formas de evitar el sida sin tener que pasar por esto como asegurarse que la pareja ninguno tenga el sida y hacerlo sin condon u otros juegos sexuales en que te puedes correr y disfrutar igualmente
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