Hemos entrado en una etapa de decadencia política que quizás sea la que mas daño ha hecho al ciudadano desde la llegada de la democracia a nuestro país.
Los partidos invierten sus recursos en investigar el pasado y presente de los que no piensan como ellos, con el fin de desacreditarlos y obtener el poder, en lugar de trabajar por nuestro bienestar por lo cual son generosamente pagados, se dedican a buscar en la calle del pecado a sus opositores, al acecho de cualquier movimiento sospechoso de conducta inmoral, para hacerlo público y mancillarse unos a otros en un penoso espectáculo del que somos testigos de pago.
Los políticos han olvidado aquellos tiempos en que creían en sus ideas y las querían proyectar para beneficio de todos.
El despacho de lujo, el chofer y una buena remuneración han convertido a una gran mayoría de ellos, en hombres sin alma, hombres que han inaugurado la papelera del olvido en la cual habitamos.
Pasamos de la indignación al cansancio, tramas, corruptelas, trajes, dineros que tienen piernas y cambian de amo, PSOE, PP y un largo etcétera al estilo “aquí te pillo aquí te mato de mercado persa” y mientras, nosotros la mayoría, esperando una cuerda para salir del pozo al que nos empujaron. Son tal para cual, cuando de poder se trata, no hay siglas, solo papel de colores y palcos de poder.
Sigan así y verán la abstención de las próximas elecciones. Yo tonto de mi, aun creo que es un deber y voy a votar, pero comprendo a aquel que no quiere perder su tiempo con el que nada quiere saber de él.
Pedro Javier Marín Garreta
Reflexión publicada en la sección de “Cartas al Director” del Diari de Tarragona en fecha 11 de Octubre de 2009,
I’ll n’y as pas d’amours hereux
Hace 5 días
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