La promesa de 420 euros a los parados que han agotado la prestación y los líos que ha traído, son dignos de una historieta:
- Disculpe, ¿podría ayudarme? He dicho que a las dos estaré con un amigo, voy con retraso y no sé dónde me encuentro.
- Claro que sí -le contesta un peatón- se encuentra a 7 Km. del centro, a 40 grados de latitud norte y 58 de longitud oeste.
- Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche.
- Sí señor, ¿cómo lo ha adivinado?
- Muy sencillo, porque lo que me ha dicho es «técnicamente correcto», pero «prácticamente inútil»: continúo perdido.
-¿Usted es ministro de Zapatero, verdad? -pregunta el peatón.
-En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo supo?
- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde va, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. Está en la misma situación que antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón, parece que la culpa es mía.
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