En algo tiene razón el presidente de Bolivia, Evo Morales, lo que sostiene en la mano no es cocaína, aunque si sea la base para producirla, claro que tal vez no por ello debería prohibirse su cultivo y con ello impedir que los indígenas bolivianos continúen con la tradición de mascarlas para resolver algunos males, superar el agotamiento, el mal de altura...
Seguramente la cocaína tiene otras posibilidades además de la de esnifarla, fumarla, inyectarla y todo aquello que produce dependencia y destrucción paulatina de algunos tejidos, posiblemente de la hoja de coca puedan extraerse algunas sustancias que puedan ayudar a salvar vidas o eliminar dolores, pero desgraciadamente y en general, acaba siendo una droga.
El presidente Morales pide que se elimine de la lista de estupefacientes prohibidos la hoja de coca y quizá haríamos bien haciéndolo, pero, ¿sería capaz el presidente Morales de comprometerse, de asegurar que ni una sola hoja de coca será utilizada para fabricar droga? ¿tendrá el suficiente poder para evitar el narcotráfico? Sinceramente no lo creo, pero si se comprometiera o se hiciera responsable de todos los males que produce, tal vez también nosotros podríamos borrar la hoja de coca de la lista de estupefacientes prohibidos
Tácito: Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.
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